5 que seguimos sin entender nada
por Maria emealcubo

Hoy te traigo una lección de copy.

Y una de esas anécdotas que cuando las recuerdas, te mueres de risa.

¿Te ha pasado?

Esos momentos personales, o familiares,

que te han hecho descojonar cuando ocurrió,

y que cada vez

cada santa vez

que los recuerdas te vuelves a descojonar de risa.

 

Bueno, este es uno de esos momentos.

 

Ahí va.

Antes de mudarnos a España,

estuvimos de ronda de saludos por toda la familia.

Por toda la familia grande, es decir, los tíos míos y de mi esposo, los primos de cada uno, los amigos, y por supuesto nuestros hermanos y padres.

 

Íbamos agendando a medida que nos pedían cita para despedirnos, jeje.

Fue bonito, emotivo y ahora, también un poquito triste.

Pero bueno, es lo que toca al irse tan lejos.

Cuestión,

que cuando habíamos terminado la cena en casa de una de las tías

de mi esposo, con sus hijos y nietos,

en una gran reunión…

Y dijimos “Vamos a llamar a un taxi”, el entonces marido de mi tía política

dijo “¡No!, ¿Cómo van a llamar a un taxi? ¡Los llevo yo!”

“¡Vale!”, dijimos nosotros.

(bueno, esto creo que es mentira, porque antes de vivir aquí creo que yo no usaba la palabra vale, pero bueno…. ¡Vale! jaja)

Y resultó que, cuando estaba a punto de subirme al coche,

mi ahora ex tío político me dijo “Esperá, María, que te saludo”

Yo, con cara de extrañada, me quedé mirándolo.

Vino hacia mí, me saludó, y lo saludé, claro.

Pero no entendía nada.

Y lo mismo hizo con mis hijas, mi esposo y mi suegra, que también estaba.

Nos saludó a cada uno, fuera del coche.

Y luego….

¡Nos subimos!

Nosotros 5 y… ¡Él también!

¡Y comenzamos el viaje! (cuando en realidad… acabábamos de despedirnos… entiendes que era extraño, ¿verdad?)

Hasta que (gracias a Dios) a mi suegra se le ocurrió preguntarle por qué nos habíamos saludado ANTES de subir al coche, y NO CUANDO TOCABA.

Y él respondió:

“Así no me tengo que bajar a saludar a cada uno después.”

Chan.

Y ahora…

¿Con qué cara te quedas?

¿Eh? ¡Dime, que aunque la imagino, no te estoy viendo!

¡Claro!!!! ¡Es que es rarísimo!!

¿Por qué alguien haría algo así?

Bueno,

te cuento que igual de raro es cuando

  • en una página de ventas,

  • en un aviso,
  • o en un email,

ves que hay CTAs (Call To Action, o llamada a la acción) por cualquier lado…

o CTAS que te persiguen a medida que vas bajando por la página.

Es igual de raro que mi ex tío.

El CTA es el botón o enlace que pones para que quien está leyendo haga lo que tú quieres que haga: que compre, que se registre, que guarde una cita…

Y tiene que estar ubicado en determinados sitios por una cuestión de ESTRATEGIA,

no porque a mi ex tío político se le ocurrió que vaya ahí, ¿me explico?

Entonces, si no sabes muy bien dónde poner el llamado a la acción o CTA,

te aconsejo que pienses algo muy simple,

extremadamente simple:

cómo te gustaría a ti ver ese botón.

¿Cómo sería lógico para mí?

Con esa respuesta puedes solucionar más de una cuestión en marketing digital.

Porque sí, ESTO ES SIMPLE.

Y si no quieres hacerte la pregunta, o no quieres escribir,

ya sabes que cuentas conmigo.

¿Cómo lo ves? ¿Está bien o está desubicado?

jajajaja

Un abrazo oportuno,

María 🧩

PD: parece algo sin importancia la ubicación del CTA, sin embargo, es el detalle final.

Si te curraste una tremenda página, o un buenísimo email, y el CTA desorienta al lector… ¡Pierdes todo el esfuerzo de la venta al final!

 

PD2: en los emails también puedes usar las PD para recordar al lector dónde está el CTA. En este caso, es el enlace rojo de arriba 😉

PD3: si estás dudando sobre si escribirme o no para que te ayude, te aviso: solo puedo aceptar un trabajo más. La cosa se está poniendo intensa (ieeiiii) y no puedo abarcar más.